Gestión Social

BOLETÍN INFORMATIVO DE LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA EL QUIMBO No. 44

Hernando y Liliana García: Padre e hija que fortalecen

su relación después de El Quimbo

La Central Hidroeléctrica El Quimbo ha traído beneficios a las comunidades del área de influencia, así como ha promovido el desarrollo y el progreso del sur del departamento de Huila. Entre estos beneficios puede destacarse el programa de reasentamiento establecido por EMGESA, a través del cual más de 127 familias propietarias residentes, se han visto beneficiadas recibiendo nuevos predios en iguales o mejores condiciones a los que poseían anteriormente: viviendas nuevas para quienes tenían derecho a éstas y asesorías y acompañamiento durante todo este proceso.

Una de estas familias es la de Hernando García, un pescador que vivía en la comunidad de Veracruz, municipio de Gigante y que poseía un casa y una parcela en dicha comunidad. Ahora ha sido reasentado de manera individual en la vereda de Majo del municipio de Garzón. Allí no solo cuenta con una nueva casa, sino con más de cinco hectáreas de tierra para el desarrollo de su proyecto productivo, enfocado en ganado con doble propósito y en la producción de maíz silo.

A la fecha, este proyecto ha alcanzado el indicador de estado y Hernando García está comercializando leche, maíz silo y novillos. Pero éste no ha sido su mayor beneficio, ha sido el tener a su hija Liliana junto con él, ayudándole a fortalecer el proyecto  y convirtiéndose en la administradora del negocio, como él mismo se lo ha manifestado.

Liliana tenía una pequeña panadería en el municipio de Garzón, pero al iniciar el proceso de reasentamiento de El Quimbo, decidió estar más cerca de su papá y acompañarlo en el comienzo de esta nueva vida. Así, ella se ha convertido en la “escudera” de Hernando y lo ha ayudado en el establecimiento del proyecto productivo y en el mantenimiento del mismo. Es ella quien lleva las cuentas, está pendiente de las siembras, de las vacunas para el ganado y de la comercialización de la leche, entre otras cosas.

Tanto Hernando como Liliana, consideran que El Quimbo no solo les ha permitido cumplir el sueño de tener una finca propia, sino que ha sido la mejor excusa para volver a estar juntos y apoyarse, ya que Liliana es la única hija mujer de Hernando, quien tiene otros tres hijos hombres. Juntos están sacando adelante la producción y se sienten orgullosos de ya haber sembrado por primera vez maíz, sin la ayuda directa de EMGESA, como había ocurrido anteriormente. De igual manera, Liliana y su esposo están reactivando su negocio de venta de pan y cada dos días están horneando productos y vendiéndolos a domicilio en su vereda y en Garzón.

“Para mí esto es una bendición, un sueño que había tenido toda mi vida. La tierra, las vacas y lo que estamos haciendo es algo que me alegra mucho. Lo más importante es saber que mi papá está tranquilo y que ya no está solo. Ahora se le ve más feliz. Estamos juntos y poder ayudarlo es también una alegría para mí”, afirma Liliana al hablar del cambio positivo que le trajo El Quimbo a su familia.