Alegría y orgullo son las emociones que invaden a Elber Montealegre quien se desempeñaba como minero artesanal a orillas del río Magdalena, mientras  muestra a los visitantes su nueva finca, nuevo hogar y nuevo motivo para ser feliz. A medida que avanza el recorrido Elber, hace un recuerdo de las largas noches que tenía que pasar fuera de casa, trabajando alejado de su familia para poder dar el sustento diario a sus hijos, de los cuales habla con orgullo porque espera que puedan asistir a la universidad y ser unos exitosos profesionales el día de mañana.

“El cambio de estar trabajando en el río a venir a trabajar en lo de uno, poderle dar estudios a los guipas, esto es un cambio muy grande” expresa con gran entusiasmo Elber, mientras continua mostrando los cultivos de café, plátano, caña y cacao que tiene sembrado en sus tres hectáreas.

Y agrega “esta alegría se la debo a Emgesa porque la finca la compré con la plata que me dieron del capital semilla y también por el curso del SENA, ahí aprendimos más de toda la parte agrícola y por eso me motivé a comprar.

Al igual que Elber Montealegre más de 1100 personas que desarrollaban su actividad económica principal en el área de influencia directa del Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo han recibido formación en convenio con el SENA en la Escuela para el Desarrollo Sustentable y un capital semilla para el desarrollo de su proyecto productivo, contribuyendo de esta manera al desarrollo social y económico de la región.