Así fue la realización del censo socioeconómico por parte de Emgesa
La Compañía está convencida del trabajo riguroso que se llevó a cabo en la elaboración del censo en el Proyecto El Quimbo. Fue un proceso participativo y un trabajo de campo riguroso y metódico, con la población Residente y No Residente considerada del área de influencia directa del Proyecto.
Durante los meses de septiembre de 2009 y enero del 2010 Emgesa realizó el censo socioeconómico en los municipios, veredas y sectores del área de influencia directa. Dicho proceso fue ampliamente divulgado por los medios de comunicación masivos a las partes interesadas para que hicieran presencia en las oficinas de la Compañía en la región, en el caso de no encontrarse incluidos en las listas divulgadas.
Para la elaboración del censo socioeconómico se aplicó una ficha censal a las familias Residentes (información socioeconómica) y otra ficha (información económica) a las personas No Residentes cuyos ingresos dependen de su trabajo en esta zona. La técnica utilizada para recopilar la información se basó en entrevistas semi estructuradas, la observación directa y la ficha veredal.
Durante todo el proceso, se tuvo en cuenta la información de los censos realizados en años anteriores como son el censo socioeconómico en el primer semestre del año 2007, el censo económico realizado en el segundo semestre del 2008 y el inventario predial realizado en el primer semestre del año 2009 con el fin de contar con datos confiables, que permitieran hacer análisis, revisión, validación o ajustes.
Además se realizó un registro fílmico y fotográfico de cada uno de los predios, de las familias encuestadas y de la infraestructura social comunitaria con el fin de contar con una línea base en este aspecto.
Adicionalmente, durante el proceso se realizaron reuniones informativas en cada una de las veredas del área de influencia donde se socializaban los objetivos y el procedimiento del censo, allí se pedía formalmente la autorización al presidente del la Junta De Acción Comunal para el ingreso a la vereda y el desarrollo del proceso, presentando ante la comunidad a los supervisores y encuestadores que estarían en la zona.
Para la realización del censo los encuestadores contaban con el plano de cada una de las veredas y un listado que contenía el código catastral, nombre del predio, nombre del propietario, dirección y extensión de cada uno de los predios requeridos por el proyecto.
Los encuestadores concertaban una cita con el propietario y mayordomo del predio si lo tuviese, para desarrollar la encuesta socioeconómica. A la visita asistía un encuestador para el aspecto económico y otro para el aspecto social, quienes luego de aplicar la encuesta hacían un recorrido por el predio. Para finalizar el proceso, se validaba la información de la encuesta con el encuestado donde se verificaba lo consignado en el documento y a la vez daba su aprobación con la firma respectiva.
En el mes de septiembre de 2010 y teniendo en cuenta las observaciones y correcciones planteadas de manera escrita por las comunidades a través de los presidentes de las JAC y los resultados del seguimiento a los grupos poblacionales de No Residentes, se llevó a cabo una nueva divulgación de la información obtenida y fueron entregados los listados resultantes de la actualización del censo, en las alcaldías, personerías, y Juntas de Acción Comunal para su verificación. Es importante resaltar que todo el proceso contó con la participación de las administraciones municipales, Juntas de Acción Comunal y entes de control.
Los censos fueron elevados a escritura pública previamente validados por personeros, alcaldes, presidentes de juntas de acción comunal, tras dos años de información permanente a la comunidad.
Finalizando este proceso, en el mes de febrero de 2011, mediante comunicación escrita se hizo entrega oficial a los presidentes de las JAC y autoridades de control de una copia de las escrituras públicas.
No obstante a que la Compañía no abrirá los censos, se ha asumido el compromiso de revisar, los casos críticos que presenten evidencias claras y contundentes de haber estado residiendo o trabajando en el AID, al momento de la Declaratoria de Utilidad Pública. Si dicha información se confirma se procederá a la compensación correspondiente.
VOLVER