El Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo está comprometido con las buenas prácticas ambientales en la zona de obra, por eso se realiza un exhaustivo trabajo de seguimiento y monitoreo a las condiciones del agua, el aire, el ruido ambiental, las zonas de depósitos de materiales excedentes de excavación, el manejo y disposición de residuos sólidos domésticos e industriales.  Así se evalúa la eficacia de las medidas de manejo previstas para los posibles impactos que pueda tener el Proyecto y se garantiza que se están manejando de manera adecuada.

Estos estudios se realizan desde que inició la construcción de la hidroeléctrica y seguirán, hasta la finalización de las obras y algunas de ellas durante la operación de la central. Constantemente se analiza la calidad de las aguas de las quebradas de la zona del proyecto, del río Magdalena, y del agua que es utilizada en los campamentos y el proceso constructivo. También se observa la calidad del aire y el ruido con estaciones en las zonas cercanas al Proyecto y los municipios del área de influencia.

También se realizan monitoreos permanentes de los manejos relacionados con la cobertura vegetal y hábitat terrestres, y  fauna terrestre, y la calidad de las aguas abajo del sitio de construcción del Proyecto.

Hasta el momento se han ejecutado todos los monitoreos programados mensualmente de acuerdo con los requisitos de la Licencia Ambiental y la normatividad ambiental vigente, con el objetivo de generar alertas en caso de obtener resultados por fuera de los límites establecidos, para tomar las medidas necesarias que garanticen un manejo adecuado.